marzo 24, 2011

Impulsivos?

A veces decimos cosas que no tendríamos que decir, frases que salen de un corazón impulsivo, que no mide las consecuencias y que después de tirar la ráfaga de palabras, piensa en que lo que dijo pudo dañar o daño al receptor.

Hablo de aquellas veces que impulsados por el coraje o dejados llevar por el momento tenso, decimos cosas de las que después nos arrepentimos. ¿Les ha pasado alguna vez?
 
Y es que muchos de nosotros no pensamos lo que decimos, y si lo pensamos, lo hacemos hasta después de haber dicho lo que no teníamos que decir.

¿Cuántos matrimonios han terminado por palabras que jamás tuvieron que salir de nuestra boca?, ¿Cuántos noviazgos con buen futuro se truncaron porque él o ella dijo algo que no tenía que decir o tomo una decisión impulsada por el enojo?, ¿Cuántas amistades hemos perdido por un momento de desacuerdo y en donde impulsivamente dijimos cosas que nunca tuvimos que haber dicho?

Lo peor de todo es que junto con ser impulsivos muchas veces tampoco somos lo suficientemente humildes para reconocer que nos equivocamos, para reconocer que no teníamos que haber dicho eso o para ir y pedir perdón a la persona que dañamos.

Jesús dijo: “…aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. (Mateo 11:29)

¡Cuánta razón tenía Jesús al invitarnos a ser mansos y humildes!, y esto lo podemos aplicar en esos momentos en donde es más fácil decir las cosas como queremos, en lugar de quedarnos callados.

La próxima vez que estés frente a un momento tenso, en donde el coraje quiere hacer presa de ti, te invito a que te quedes callado, a que no digas lo que quisieras decir, a que no tomes decisiones en ese momento y a que dejes que pase ese episodio, créeme que te sentirás mejor, quizá a tu viejo hombre no le gustara, quizá a lo mejor quedaras mal y te veras un poco “tonto” según tu, al quedarte callado, pero créeme que Dios estará orgulloso de ti.

La mansedumbre y la humildad son necesarias en nuestro diario vivir, porque todos los días nos enfrentaremos a situaciones que nos querrán robar la paz, pero depende de nosotros el que eso pase, depende de ti el ser impulsivo o pensar antes de hablar.

Antes que respondas a algo, piensa bien lo que vas a decir, piensa en las consecuencias que eso traerá y sobre todo piensa si serias capaz de decir eso mismo en un momento de pasividad, créeme que todo eso te ayudara a medir tus palabras y a agradara a Dios hasta en tus respuestas.

Seamos mansos, tratemos de ser humildes, pero sobre todo dejemos de ser impulsivos y pensemos en:

¿Qué haría Jesús en ese mismo momento?


Autor: Enrique Monterroza






marzo 10, 2011

Sigue intentando - Devocional Diario



“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”. Gálatas 6:9 (Reina-Valera 1960)

Hoy estaba meditando sobre los fracasos que en la vida nos toca enfrentar, esos capítulos de nuestra existencia que quisiéramos pasar por alto y que realmente no podemos evitar que aparezcan.Y al pensar sobre los fracasos de la vida, se me venía a mi mente una famosa frase de Thomas Alva Edison que dice: “Peor que muchos fracasos, son pocos intentos”.

La historia narra que era el año 1879 y hasta esa fecha Edison había invertido aproximadamente $40,000 que era una cantidad muy importante en esos años, todo por tratar de inventar la primera lámpara eléctrica. Después de casi 1200 intentos fallidos lo consiguió. Edison tuvo que intentarlo más de 1200 veces para lograr conseguir su objetivo, la pregunta que cada uno de nosotros debemos hacernos es: ¿Cuántas veces lo he intentado?

La mayoría de nosotros frente al fracaso nos derrumbamos, las fuerzas se nos van y perdemos las ganas de lograr los objetivos que nos trazamos, es allí en donde me gusta la frase que Edison en algún momento de su vida dijo: “Peor que muchos fracasos, son pocos intentos”.

¿Cuántas veces más tendremos que intentarlo?, la verdad no lo sé, pero si estoy seguro de algo: NUNCA DEJARE DE INTENTARLO.

Pueda que en este momento de tu vida estés atado a alguna situación que has intentado superar, quizá hay alguna área de tu vida que te ha sido tropezadero y has intentado una y otra vez vencerla y hasta la fecha no has podido. Quizá te sientas por momento indigno de estar frente a tu Padre Celestial o crees que Dios se canso de ti, mas sin embargo hoy quiero invitarte a que no te rindas, a que LO INTENTES CUANTAS VECES SEA POSIBLE.

Dios no se cansara de verte que lo intentes, porque con su ayuda llegara un momento en donde podrás vencer, en donde podrás superar aquello que un día pensaste que iba a ser imposible de superar, mas con Dios de nuestro lado lo imposible se hace posible.

Quizá fracases una u otra vez, pero levántate, e inténtalo nuevamente, recuerda: “Peor que muchos fracasos, son pocos intentos”. ¿Cuánta gente se quedo en el camino a cumplir sus sueños solo porque fracasaron y ya no lo intentaron una vez más?

El cielo estará lleno de valientes, aquellos que pese a los fracasos, supieron ponerse de pie e intentarlo una vez más, que jamás se rindieron de intentarlo y como consecuencia estarán gozando por toda una eternidad con el Señor.

Tú eres uno de esos valientes, tú has sido llamado a ser parte de ese reino celestial, NO TE RINDAS, jamás te des por vencido, nunca creas que has fracasado totalmente, siempre hay una nueva oportunidad para intentarlo y HOY DIOS TE LA QUIERE RECORDAR.

¡Inténtalo, no te des por vencido!

“perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”

2 Corintios 4:9 (Reina-Valera 1960)



Autor: Enrique Monterroza